Mediado el siglo XVI, el profesor holandés De La Boe, maceró, por primera vez, bayas de enebro en aguardiente, obteniendo un elixir que fue utilizado como medicamento durante largos años.
Los frutos del enebro, llamados enebrinas, tienen la peculiaridad de madurar tres años después de la floración y desde la Edad Media gozaron de gran predicamento, ya que se les atribuían curaciones milagrosas, considerándose un antídoto universal contra todos los males. Desde el punto de vista gastronómico tienen interés ya que con ellas se elaboran las ginebras que estarán presentes en nuestras mesas festivas, bien como aperitivo, acompañando al vermut, o como trago largo que nos ayude, tras copioso festín, a hacer la digestión. Efectivamente, aunque las enebrinas no sean la panacea contra todos los males, tienen dos propiedades importantes : son aperitivas y diuréticas.

Fotografía 1: Botellas – Thomas Hawk
A diferencia del primer elixir holandés obtenido, hace casi cinco siglos, por un proceso de maceración, en la actualidad los elaboradores de ginebra destilan alcohol con bayas de enebro. y otros ingredientes botánicos que le conferirán sutiles aromas
Para obtener un producto de gran calidad debe partirse de un alcohol de grano. Para ello se mezclan harinas de centeno, trigo, avena y cebada con agua, hasta que fermente y se obtenga un ”vino de cereales” de aproximadamente tres grados, al que se somete a tres destilaciones,. En el momento de proceder al tercer destilado es cuando se añaden las bayas de enebro y otras sustancias. Tras este último proceso el liquido resultante puede tener unos 60 grados, que habrá que rebajar añadiendo agua destilada.

Fotografía 2: Sapphire – Thomas Hawk
Pero no todos los destiladores emplean el mismo sistema. He aquí la elaboración artesanal de un de las ginebras mas exclusivas del mundo la ”Bombay Sapphire”, que sigue fiel , en su destilería del condado de Cheshire, ( el mismo en el que se afina uno de los mejores quesos ingleses) a una receta de 1761. En ella entran a formar parte , además del enebro procedente del norte de Italia, otros nueve productos botánicos, aportándoles cada uno su peculiar aroma. Son los siguientes: Coriandro de Marruecos, que da toques de salvia y jengibre; la raíz de angélica que aporta un olor a pino; la piel de limón refrescante y jugosa; la raíz de iris de Florencia que le da unos toques de violeta y té, regaliz en polvo para proporcionarle frescor, la corteza de casia de Indochina que confiere un aroma que recuerda a la canela. La lista se complementa con almendras, pimienta de Java y granos de flor del paraíso.
Todos estos ingredientes se ponen en una bandeja de cobre situada encima del alambique, el alcohol de cereales, en forma de vapor, entra en contacto con ellos y absorbe lentamente todos sus aromas . Una vez refrigerado y liquido el destilado se mezcla con agua purificada del lago galés de Vyrnwy.

Si, como el comentarista, querido lector o lectora eres amante de un buena ginebra, te aconsejo probar esta sola… luego puedes prepararte un “Dry Martini” o un ”Gin tonic”
De una u otra forma, brindemos por un “Urte berri on”
Fotografía destacada: Copa – fs999