Gambas de Menorca

Las gambas son unos crustáceos decápodos que responden al nombre científico de “Parapenaeus longirostris”, de características muy similares a los langostinos, pero con un detalle, muy aparente, que no debe escaparse al consumidor, el primer par de antenas es, en las gambas, mucho mas largo que el de los langostinos, otro, que estos alcanzan un tamaño muy superior a las gambas, que, normalmente, sólo miden unos 10 centímetros. Hay un detalle que quiero resaltar en las protagonistas de hoy, y es que su habitat puede alcanzar fondos fangosos o arenosos de 500 y hasta 700 metros de profundidad.

Gamba - Linda Castañeda

Foto: Linda Castañeda

Según me han contado, en mi reciente estancia en la isla de Menorca, los pescadores de Maó, han dado con una fosa, de gran profundidad y hasta ahora inexplotada, en la que las gambas se han reproducido intensamente (son unisexuales) libres de su mayor depredador: el hombre. Son de una calidad extraordinaria, del mismo color rojo intenso que las conocidas de Palamós y diferentes a las más finas y blancas de Huelva.

Las importantes capturas que se están realizando, unido al, cada vez, mas tardío inicio de la temporada turística, ha traído como consecuencia un descenso en el precio ( de 10 a 30 euros el kilo, según tamaños) y que los pescadores hayan tenido que movilizar sus furgonetas, para colocarlas en los restaurantes, acudiendo a venderlas a sus puertas.

Gambas - Gerardo Diego Ontiveros

Foto: Gerardo Diego Ontiveros

Normalmente las ofrecen cocidas y a la plancha, con muy corta cocción, de forma que la carne de las colas esta jugosa y chupar las cabezas sea un placer de dioses. Son testigos de que lo hice: Es Cranc, Es Port, El Pescador..todos ellos, restaurantes de acreditada categoría que merece la pena visitar en Fornells

Yo las preparé para los amigos, simplemente fritas en un extraordinario aceite de oliva que me procura el maitre y copropietario del Cranc Pelut de Menorca, Juanvi Flores, gran valedor del producto de los olivares de Puente Genave, su localidad jienense natal. Doro en él unos ajos, y salteo un par de minutos el marisco, sazonándolo al final. En este caso el jugo de las cabezas se mezcla en la fritura , dando como resultado una salsilla en la que es ineludible hacer “bustis” hasta que la sartén quede seca.

Gambas

Foto: WordRidden

Artículo de Juan José Lapitz publicado en la sección “Saber y Sabor” del El Diario Vasco.

Foto destacada: WordRidden

Bogavante o mishera

La festividad de la Asunción de la Virgen, es celebrada en muchas localidades gipuzkoanas y muy especialmente en la capital, con una conotación gastronómica muy importante, como son las cenas que llenan de comensales las sociedades populares, la víspera. En muchas de ellas no habrá faltado, ayer, el bogavante, que en Donosti se conoce como “mishera”. El “Homarus gammarus o vulgaris” como se conoce oficialmente, ha sido bautizado con muchísimos nombres. El bien documentado “Ensayo metódico” de Vicente Laffitte (abuelo materno de Vicente Zaragüeta el dinámico presidente del Aquarium) editado en 1935, recoge 15 nombres distintos , solamente en el Cantábrico, cantidad que llega a duplicarse si contamos los que le adjudican en el resto de la costa peninsular y los archipiélagos. Tres de ellos , bogavante, tirapalante y navegante se refieren a su habito de viajar , siempre avanzando. En cuanto a “mishera”, se me antoja pensar que se debe, a que avanza colocando la pinza o quela derecha, mas voluminosa, por delante de su cabeza, tal como nosotros ponemos la mano sobre la frente, para protegernos del sol, como si fuera un visera. En Hondarribia tiene el, poco extendido, nombre de “kalamartza”, denominación que recoge Roberto Lotina en “Mariscos y especies afines”.

Se trata de un crustáceo decápodo, de la familia de los Nephropidos, primo hermano de la cigala y pariente de la langosta, pero el parecido físico le acerca mas a un enorme cangrejo de río. Es el crustáceo que alcanza mayor tamaño en los mares europeos. Vive cerca del litoral a profundidades que oscilan entre los 5y 100 metros. De día se guarece en cuevas rocosas o entre grandes piedras del lecho marino. En el Cantábrico se ha capturado un ejemplar que midió 95 cm.,de longitud, sin contar las pinzas y pesó 8 kilos, la edad se cifró en 27 años.

02 Bogavante Pazo Doval Marisquería

Fotografía: Pazo Doval Marisquería

De difícil reproducción en viveros, lo que se consigue es una mayor proporción de supervivencia, en cautividad, pasando del 4 x 1000 al 30 x 1000. Tan elevadísima mortandad no se debe solo a los

depredadores, sino también a sus congéneres, ya que el bogavante es caníbal, las crías mas desarrolladas se comen a las mas pequeñas. Si tienen ocasión, en la pescadería, de elegir el ejemplar vivo, que se van a llevar a casa, no duden en echar mano a uno de color azul (gallego) mucho mas sabroso que el rojo (canadiense). Una vez cocido se volverá de un rojo intenso . Mi receta preferida es en salsa americana, pero confieso que, simplemente, asado al horno, está muy sabroso.

Artículo de Juan José Lapitz publicado en la sección “Saber y Sabor” del El Diario Vasco.

Imagen destacada: José Antonio Gil Martinez

Nécoras de fino sabor

lapitz_10-12-2016

Mi tio Julián Sagarzazu, del que quizá herede la vocación por el dibujo y las letras, era un «moko fiña» al que le gustaban los mariscos, especialmente las ostras, pero odiaba abrirlas. Por ello clamaba por encontrar algún día una persona que sintiera placer separando sus valvas (en sus tiempos no las vendían abiertas).

Algo similar me ocurre con las nécoras, que te pasas una eternidad para extraer toda su carne de caparazón y patas, aconsejándote prescindir de su finísimo sabor. En una ocasión que tuve que organizar un banquete para un centenar de personas, conocedor de los gustos de la persona protagonista del evento, coincidentes con los míos, le sugerí a Jesús Mangas, alma del recordado y acogedor restaurante Jaizubia, que incluyera en el menú unas nécoras. El hombre se llevó las manos a la cabeza y me dijo: «Juanjo, por favor, no me pidas eso, porque me desbaratas los tiempos». Ahora que nos acercamos a las grandes celebraciones navideñas en las que nos sobrará tiempo para tomarnos el trabajo de limpiarlas, saborearemos este exquisito marisco y hablaremos de él.

La nécora es un crustáceo decápodo de la familia de los Portunidos que Linneo bautizó como portunus (en honor al Dios romano de los puertos) puber (por el vello que las cubre). En algunas zonas cántabras le llaman andarica y en euskera se denomina txamarra. Es un cangrejo de caparazón en forma de hexágono de unos 10 centímetros de anchura de color pardo rojizo y cinco pares de patas, el primero convertido en gruesas pinzas y el último trasformado en una especie de aletas que le permiten nadar. Vive en aguas poco profundas del litoral, se alimenta de otros crustáceos, algas y peces muertos. Se pesca con nasas que se calan de noche y se retiran antes del amanecer, pues de día descubre la salida y se escapa.

La forma habitual de consumirlas es cocidas, a poder ser en agua de mar. Cinco seis minutos de ebullición le bastan. Pero para mi gusto están más sabrosas asadas al horno o a la plancha o fritas en aceite, ya que en estos casos se hacen en su propio jugo.


Artículo de Juan José Lapitz publicado en su sección «Saber y Sabor» de «El Diario Vasco» de 10 de diciembre de 2016.